El Consejo Directivo Regional III – Arequipa y Moquegua del Colegio de Psicólogos del Perú rechaza la intención del Ministerio de Salud (Minsa) de desactivar los departamentos de psicología en hospitales e institutos especializados. Julio Abarca, decano de la institución, advierte que, de llevarse a cabo esta modificación, la atención a la salud mental de los usuarios se verá perjudicada.
Esta respuesta surge tras la emisión de un documento técnico del Minsa que propone la restructuración de los departamentos de psicología. Según indican, estas áreas dejarían de funcionar como órganos de atención directa para convertirse en grupos de apoyo, bajo el servicio de otro departamento de salud.
“Como profesionales necesitamos independencia. El psicólogo aplica pruebas psicológicas y hace diagnósticos. Ningún profesional de la salud va a poder hacer eso (…) Creemos que hay una campaña de medicalización de la salud. La consejería y atención psicológica no pasa por una pastilla”, expresó Julio Abarca, decano del Consejo Directivo Regional III – Arequipa y Moquegua del Colegio de Psicólogos del Perú
Abarca afirmó que desconocen a qué departamento serán trasladados los especialistas en psicología. Indicó que se está formando un grupo de trabajo por parte de las autoridades del Minsa que evaluará esta reubicación. Destaca que este grupo no incluye miembros de los departamentos de psicología ni profesionales que trabajan en el sector de la salud.
Ante este hecho, el consejo directivo de Arequipa manifestó su rechazo. También exhortó a las autoridades del Minsa a convocar al decano nacional del Colegio de Psicólogos del Perú, Miguel Vallejos Flores.
Preocupación por salud mental en Arequipa y otras regiones
Julio Abarca, decano del Consejo Directivo Regional III, advirtió que esta reestructuración perjudicará a más de 4 mil psicólogos a nivel de Arequipa y Moquegua. A nivel nacional, menciona que son más de 53 mil profesionales.
Además, Abarca aseguró que este cambio no beneficiará a la población ya que los psicológicos intervienen en varios escenarios como asuntos sociales, familiares y judiciales. “Dejar sin departamentos de psicología, nos deja sin posibilidad de hacer investigación de calidad y de potenciar los servicios psicológicos”, señaló.
También destacó que perderán su autonomía para llevar a cabo sus funciones de manera eficaz. Lo que resultará, señala, en una atención deficiente para la salud mental. “El problema también será en no darle la atención de calidad a la salud mental ni darle el valor que merece para toda la población”, finalizó.